Andre el Capellà, Sobre l'amor (De amore), tractat del s. XII
1)
ETIMOLOGIA
DE LA PARAULA AMOR
Cap. II: De dónde procede la palabra amor
“Amor” procede del verbo “amar”, que significa “coger” o “ser cogido” (capere vel capi). Pues el que ama es cogido por las cadenas del
deseo (captus est cupidinis vinculis)
y anhela coger a otro con su anzuelo (aliumque
desiderat suo capere hamo).
Hi ha un joc de falsa etimologia entre “amare” (estimar, amar) i “hamare
(“agafar o pescar amb un ham”)
2)
DEFINICIÓ DE L’AMOR (mena de malaltia mental
ocasionada per un excés de pensament, un pensament obsessiu):
Cap. I: ¿qué es el amor?
Amor est passio quaedam innata procedens
ex visione et immoderata cogitatione
formae alterius sexus, ob quam aliquis super omnia cupit alterius potiri
amplexibus et omnia de utriusque voluntate in ipsius amplexu amoris praecepta
compleri.
El amor és una pasión innata que tiene su origen en la percepción de la
belleza del otro sexo y en la obsesión (immoderata
cogitatio: ‘pensament desmesurat’)
por esta belleza, por cuya causa se desea, sobre todas las cosas, poseer
los abrazos del otro y, en estos abrazos, cumplir, de común acuerdo, todos los
mandamientos del amor.
Els tres graus del procés amorós tal i com els exposa Andreu el Capellà
( visio, cogitatio immoderata, passio)
pot inspirar-se en la gradació del procés de la seducció segons l’explica
Agustí d’Hipona: suggestio, delectatio i consensus. A més, s’hi detecten ressons ovidians.
3)
AMOR EXTRICTAMENT HETEROSEXUAL
Cap. II: Entre
quiénes puede existir el amor
Antes que nada es
preciso advertir esto: que el amor no puede existir más que entre dos personas
de distinto sexo. En efecto, el amor no puede surgir entre dos hombres o entre
dos mujeres, pues dos personas del mismo sexo en modo alguno son aptas para
darse recíprocamente las suertes del amor ni para llevar a cabo sus actos
naturales (eius naturales actos
exercendos).
4)
L’AMOR
NEIX DE LA VISIÓ (ex uisu amor)
Cap. V: Qué
persones son aptes para el amor.
Ahora hay que
saber qué personas son aptas para llevar las armas del amor (ad amoris
arma ferenda). Debes saber que toda persona dueña de sí misma, que sea apta
para realizar los trabajos de Venus, puede ser alcanzada por sus flechas, a
menos que se lo impidan la edad, la ceguera o la obsesión por el placer. […]
La ceguera impide
amar, ya que un ciego no puede ver nada con lo que su espíritu llegue a
obsesionarse (Caecitas impedit amorem,
quia cacus uidere non potes tunde sus possit animus immoderatam suscipere
cogitationem) […] Pero reconozco que
esto sólo es verdad a la hora de adquirir el amor, pues no niego que el amor
que un hombre adquirió antes de su ceguera pueda perdurar una vez ciego.
5)
EXCLUSIVITAT
DE L’AMOR
Cap. IV: ¿Cuáles son los efectos del amor?
El amor realza, por así decirlo, al hombre con la virtud de la castidad, ya
que aquel que brilla con los rayos de un solo amor es incapaz de pensar en los
brazos de otra, por hermosa que sea.
6)
LA
VIRTUT DEL CELAR (ser discret i amagar
la identitat de l’estimada).
Cap. VI: Cómo se
obtiene el amor y cuántos modos hay para ellos
En efecto, el
amor que se divulga no conserva la estima del amante, sino que acostumbra a
dañar su reputación con rumores adversos y a menudo hace que el amante se
arrepienta. Raramente perdura el amor entre esos amantes, pero si por
casualidad subsiste, no pueden solazarse como antes, porque la sospecha, cuando
ha sido concebida del rumor, hace que su dueña se muestre más cautelosa y que
le impida toda ocasión de hablar, y los parientes de la amante se inquietan y
la vigilan. A partir de entonces surge una gran enemistad. En tales
circunstancias el amor, no pudiendo solazarse, empieza a crecer sin mesura (immoderata suscipit icrementa) y lleva a
los amantes a lamentar sus enormes tormentos, porque “nos esforzamos en
conseguir lo prohibido y siempre deseamos lo que se nos niega” (Ovidi, Amores III, 4, 14)
7) NO POT
HAVER-HI AMOR ENTRE ELS CASATS
[Resposta
epistolary de la Comtessa de Xampanya, dins el cap. VI]
El amor no puede
extender sus fuerzas entre dos esposos. En efecto, los amantes se dan todo
gratuitamente el uno al otro y sin que
una razón los obligue; en cambio, los esposos están obligados, por el deber, a
satisfacer sus mutuos deseos y a no negarse a nada.
Todavía otra
razón parece oponerse a éstos: que entre los esposos no pueden existir verdaderos
celos y sin celos no puede existir verdadero amor según atestigua la regla del
amor que dice: “quien no siente celos, no puede amar”
traducció castellana de De Amore: Ines Creixell Vidal-Quadras (ed. Sirmio)
traducció castellana de De Amore: Ines Creixell Vidal-Quadras (ed. Sirmio)
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